Hay que obsesionarse con las cosas; vivirlas con la máxima intensidad. Nada de tibiezas, nada de aburridos equilibrios.
Eso sí, de modo sucesivo, porque la intensidad simultánea agota.
jueves, 29 de agosto de 2013
Lo que la ciudad esconde (9)
"Las calles son nuestras aunque el tiempo diga lo contrario" (Buenos Aires, Argentina, frente al Ministerio de Educación)
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