sábado, 21 de junio de 2014

Puerta alarmada

En cuanto vi este cartel pensé: "¡foto ya mismo para el blog!", y después visité el Diccionario de la Real Academia Española para confirmar mi sospecha, no fuera a estar ante una nueva acepción autorizada, de esas con las que nos sorprenden nuestros académicos, cada día más empáticos con el lenguaje de mercadillo.

Pero no. Alarmar es "asustar, sobresaltar, inquietar", o bien "dar alarma o incitar a tomar las armas". 

Nada de eso se compadece con una puerta equipada con dispositivo de alarma, a mi juicio, sino más bien con una pobre puerta muerta del susto. Vamos, que nos están diciendo que si salimos por ahí le dará un infarto.

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