Hay que obsesionarse con las cosas; vivirlas con la máxima intensidad. Nada de tibiezas, nada de aburridos equilibrios.
Eso sí, de modo sucesivo, porque la intensidad simultánea agota.
martes, 26 de agosto de 2014
Lo que la ciudad esconde (12)
El fútbol como canalización patriótica y reivindicación social.
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