Hay que obsesionarse con las cosas; vivirlas con la máxima intensidad. Nada de tibiezas, nada de aburridos equilibrios.
Eso sí, de modo sucesivo, porque la intensidad simultánea agota.
lunes, 23 de noviembre de 2015
Lo que la ciudad esconde (15)
En la puerta de un baño en una Universidad madrileña.
En la puerta de un baño de (otra) Universidad madrileña.
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