Hay que obsesionarse con las cosas; vivirlas con la máxima intensidad. Nada de tibiezas, nada de aburridos equilibrios.
Eso sí, de modo sucesivo, porque la intensidad simultánea agota.
lunes, 21 de mayo de 2012
Es pero no es (4)
¿Para qué gastar en adoquines si se pueden dibujar en el cemento?
Espero que perciban que acá el mérito es de los ciudadanos, que viendo el cemento fresco recién rayado resistimos la tentación de pisar y estropear la obra de arte.
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